martes, 20 de junio de 2017

Poblenou, el precio de un sueño VI: El conflicto con los hoteles

El conflicto con los hoteles

Según un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona, el 22@ ha atraído hasta el año 2017 a unas 4.500 empresas, lo que a su vez ha supuesto la creación de unos 93.000 puestos de trabajo, en su mayoría dirigidos al perfil de un profesional joven y cualificado, se han levantado 32 hoteles, que ofrecen unas 12.000 plazas, y suman 700 los pisos legales que ofrecen habitaciones a turistas.

La consecuencia de este éxito ha sido un encarecimiento paulatino del metro cuadrado, tanto para venta como para alquiler, que está expulsando de la zona a sus vecinos tradicionales y que contribuye a que negocios de toda la vida se hayan visto obligados a echar el cierre y ser sustituidos por cadenas y franquicias que atentan contra la autenticidad del barrio.

“La presión urbanística ha puesto el precio del suelo a unas cotas que la gente de aquí no puede pagar, y sólo se ha construido la mitad de las viviendas de protección oficial, unas 2.000 de las 4.500 que estaban previstas. La primera fase del 22@ fue bastante rápida pero llegó la crisis y se detuvo la actividad”, declara el presidente de la Asociación de Vecinos.

Lo cierto es que, con 30 millones de visitantes al año, la masificación turística no es un problema exclusivo de Poblenou, sino que afecta a toda Barcelona y enfrenta a la opinión pública.

“El último año ha sido tremendo, seguramente en gran medida haya sido por el turismo: a medida que Ciutat Vella se colapsa, los promotores ponen su ojos en Poblenou, que está bien comunicado y tiene acceso a la playa”, asegura Jaume Badenes.

Por ello el gobierno de Ada Colau ha tomado cartas en el asunto y ha dividido la ciudad en zonas que regulan la actividad hotelera.

Zona 1. Si cierra un hotel no se puede abrir otro. Hostafrancs, Gràcia, Vila Olímpica y el Poblenou.

Zona 2. Si cierra un hotel, podrá construirse otro con el mismo número de plazas. Sagrada Família, parte de El Putxet, de Vallcarca y Penitents, la Salut, el Camp d'en Grassot y Gràcia Nova, Baix Guinardó, Llacuna, Diagonal Mar y Front Marítim, Nueva Esquerra de l'Eixample, parte de Sant Antoni.

Zona 3. Se podrán generar nuevas plazas.  Nou Barris, Horta-Guinardó, Sant Andreu y parte de Sants-Montjuïc y Sarrià-Sant Gervasi.

Zona 4: Ámbitos con regulación específica. Entre estas zonas se encuentra el distrito 22@, que comprende gran parte de Poblenou.


Para los hosteleros, limitar las zonas de crecimiento no servirá para nada; los turistas continuarán llegando y aumentarán los pisos ilegales, además, aseguran, se creará una burbuja hotelera, ya que, como no se pueden abrir nuevos hoteles, los que existen se vendarán por precios desorbitados, y, por último, bajará la calidad del servicio en relación a los precios que tendrán las habitaciones. En definitiva, el intento de Barcelona en Comú es un varapalo a un sector que mueve en la ciudad 15.000 millones de euros al año y que representa el 14% de su PIB.

Quique Castro

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