jueves, 31 de mayo de 2012

El transformista II


            -Y que lo diga. Me habían enviado a Madrid para una reunión de trabajo, era de noche y caminaba por la calle con un colega al que acababan de presentarme. Íbamos charlando, creo que de fútbol. Entonces el hombre empezó a revolcarse por el suelo como si le hubiera dado un ataque, y hacía así como GRUMPH GRUMPH, y se tiraba del nudo de la corbata.
-Y este colega suyo, ¿de dónde era?
-Él es de Madrid, es el representante de la zona centro.
-Y dice que estaban hablando de fútbol y que entonces su colega se tiró al suelo presa de un ataque de ira –el doctor Rovira creía estar atando cabos.
-Así fue.
-Y dígame, ¿usted es del Barcelona o del Español?
-Del Barcelona.
-Ya veo, según lo que me está contando, puede que la reacción de su colega entrara dentro de la normalidad. El Madrid, el Barcelona… cualquier hincha del Madrid se tiraría por el suelo pataleando.
-Cierto, doctor, pero creo que su reacción no tenía que ver con el fútbol.
-De acuerdo… ¿y qué más pasó?
-Pues pasó que me agaché, doctor, para ver que le pasaba, por si le estaba dando un infarto o por si se había atragantado o le había sentado mal algo de la comida… Tengo una prima que es alérgica al queso y una vez se tomó unos ganchitos que no sabía que eran de queso y se puso fatal, pero la verdad es que no se revolcó por el suelo ni nada de eso, sólo se le puso la cara roja y tuvieron que ingresarla.
-Alergia al queso, vaya vaya.
-Tuve miedo doctor. Ese hombre que caminaba a mi lado demostraba tanto aplomo unos minutos atrás, y ahora… En la reunión llevaba la voz cantante, ya sabe, modelo ejecutivo ingenioso, tipo gay dominante.
-¿Perdón?
-Gay dominante, doctor. De esos que no se cortan un pelo por tener pluma y que a la gente les hacen mucha gracia.
-Sí, y que por eso todo el mundo piensa que son sensibles y tienen mucho carácter –reflexionó el doctor Rovira en voz alta-. El clásico macho Alfa-G.
-Si usted lo dice, doctor.
-Pero siga, siga.
-Sí, bueno. Ahí estaba, en medio de la calle, revolcándose y gimiendo como si le diera un ataque, y entonces empezó la transformación.
-¿En hombre lobo?
-Como se lo cuento doctor. Yo no sabía qué hacer. En fin, sé hacer la respiración artificial, ¿pero de qué hubiera servido?
-De nada, supongo.
-Como mucho para que me arrancara la cabeza de un mordisco.
-Y entonces le atacó.
-Pues sí, y… -el señor Pujol se detuvo y esquivó la mirada del doctor; hacía enormes esfuerzos por no llorar.
-Tranquilícese, señor Pujol, no sé qué mal le aflige, pero le aseguró que vamos a hacer lo posible por ayudarle, ahora cálmese y siga con el relato de los hechos, es muy importante que se libere, que se suelte.
-Sí, doctor, tiene razón.
El doctor Rovira sacó un pañuelo de papel y se lo alcanzó al señor Pujol.
-Gracias.
-Me decía que fue entonces cuando le atacó. ¿Fueron heridas muy graves, algo irreparable?
-No, no, usted no entiende…
-Dígame entonces usted, señor Pujol, por favor, siéntase libre, recuerde que está en la consulta de un médico y que lo que me cuente no saldrá de estas paredes.
-Ya me había dado cuenta de cómo me miraba durante la reunión.
-¿Eran miradas… hostiles?
-No, no eran hostiles, eran miradas de apetito, de hambre.
-Quería devorarle.
-Bueno, podríamos decir que sí.
-Me temo que va tener que ser un poco más explicito.  –El doctor sacó con disimulo un Sugus del bolsillo de su bata, lo desenvolvió bajo la mesa y se lo llevó a la boca. Hacía meses que estaba tratando de dejar los Sugus.
-Eran miradas de deseo, doctor.
-Deseo carnal…
-Muy carnal, doctor, muy carnal. Cuando la transformación hubo concluido, lo que había sido mi colega era ahora una bola de pelo en posición fetal que gruñía. Entonces, aquella mole pavorosa se puso en pie poco a poco, me clavó los ojos y se puso a aullarle a la luna.
-¿Y qué hizo usted?
-¿Yo?, lo único que se me ocurrió hacer, rezar.
-Creyó que había llegado su fin.
-Y a veces creo que hubiera sido lo mejor, doctor.
-Y tuvo lugar el ataque.
-Así es. Aquella bestia se acercó a mí, separó los brazos, larguísimos y peludos, y luego los fue cerrando a mi alrededor. Y cuando me tuvo a su merced… me besó.

                                                                        CONTINÚA MAÑANA

1 comentario:

  1. Entonces??entonces???entonceesss?????que pasa,que pasa????Le gustò?Se enamorò y ahora sufre de depresion post-divorcio?el macho alfa-G descumbriò que los machos alfa-E no sirven para mucho???que?que?que?queeeee????...me muero de curiosidad!!!!!

    .GRIS.

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